Candidato a alcaldía de Palmitos se salva de atentado por el chaleco
Hugo Sánchez, de la Unión Patriótica, resultó ileso pese a que recibió dos disparos en el pecho.
El candidato del partido de la Unión Patriótica a la Alcaldía de Palmitos, en el departamento de Sucre, Hugo Sánchez, salió ileso de un ataque a tiros de desconocidos que le dispararon en ocho ocasiones, informó hoy esa fuerza política.
Según detalló la colectividad en un comunicado, dos de los disparos alcanzaron el pecho de Sánchez, que se encuentra en buen estado de salud gracias al chaleco antibalas que usaba.
Esta es una de las medidas que la Unidad Nacional de Protección (UNP) otorga a los miles de aspirantes políticos amenazados en Colombia, cuya seguridad es delicada por la cercanía de las próximas elecciones locales y regionales, previstas para el 25 de octubre.
La UP denunció que los agresores de Sánchez "son los mismos que intentaron desaparecer de la arena política" al partido en los años ochenta, cuando alrededor de 5.000 miembros de la formación fueron exterminados por paramilitares, según cálculos de diversas fuentes.
"Las autoridades saben quiénes los financian y quienes los protegen. Saben dónde residen", indicó la presidenta del partido, Aída Avella, que calificó a los atacantes de "enemigos de la paz".
Además, puntualizó que no pedirán investigaciones "exhaustivas" sobre lo ocurrido porque eso, en palabras de Avella, "no existe en Colombia".
Según la iformación, cerca de Sincelejo, capital del departamento de Sucre, donde se ubica Palmitos, "hay al menos 700 hombres armados".
La UP solicitó al Gobierno que detenga a los paramilitares "a quienes llama bacrim" (bandas criminales), y exigió que se proteja a sus candidatos a las elecciones locales y regionales de octubre.
La Unión Patriótica fue creada en 1985 a raíz de una negociación de paz celebrada un año antes entre el Gobierno del entonces presidente colombiano Belisario Betancur (1982-1986) y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
En sus primeras elecciones, en 1986, obtuvieron más de 320.000 votos que le permitieron llegar al Congreso y a numerosas administraciones municipales, lo que dio inicio a una persecución en su contra.
Tras su exterminio, desaparecieron a principios de los noventa y regresaron a la vida política de Colombia a mediados de 2013, cuando recuperaron su registro jurídico.
EFE